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AMENAZAS Y OPORTUNIDADES EN 2025

Fecha

16 enero, 2025

Difícilmente podíamos empezar un año con peores noticias. En 2025 la avalancha prohibicionista se va a ir concretando, Impuesto de la nicotina, paquete genérico, prohibición de sabores, prohibición de fumar en espacios abiertos (terrazas, playas). Pero el sector no debería dejarse llevar por el desánimo y ver que no todas las medidas son iguales. Algunas deben combatirse hasta el último aliento, a otras debería saber adaptarse y verlas como una oportunidad de cambiar un modelo de negocio que evoluciona de manera imparable.

 

Si hacemos un análisis de las diferentes medidas y prohibiciones que nos auguran, veremos que las hay de lógicas y por lo tanto difícilmente combatibles en el contexto (europeo, occidental) en el que vivimos. Y en cambio otras que son más valorables, discutibles, donde el sector no debería cansarse de exponer sus argumentos (con mucha más visibilidad que en 2024 si me permiten la critica).

Nuestros sondeos lo van indicando. Estas las medidas consistentes en prohibiciones de fumar son las que más preocupan a los expendedores españoles. Lógico. Estas medidas combinan dos líneas de ataque que nos llevarían a la casi-prohibición del consumo. Por un lado tenemos la prohibición de fumar en espacios abiertos. Se habla de prohibir fumar en las terrazas en los bares y restaurantes, se habla de prohibirlo en las playas y en los parques, se habla de las paradas de transporte público.. y al final la idea es simple, la prohibición de fumar en los espacios públicos. Si se entra en este juego, se acaba en una como la de Milán en Italia donde ya no se podrá fumar en ningún lugar de la ciudad. La prohibición del tabaco en espacios públicos abiertos, lleva al consumidor al confinamiento. Solo se podria fumar dentro de la propia casa.

¿fumar dentro de tu casa? Quizás tampoco. La segunda línea de ataque ya penetra en el ámbito privado. Se habla de prohibir fumar dentro del propio coche, si hay menores. Parece de entrada, muy razonable. La protección a la infancia. Pero no olvidemos que dejar que las prohibiciones irrumpan en el área privada, nos va a llevar sin duda mucho más lejos. ¿Por qué limitarse al coche privado? ¿Se podrá fumar en un apartamento si hay niños? Porque entonces, ni en la calle, ni en muchas casas… Entrar en estos nuevos razonamientos jurídicos obviando totalmente el derecho que tiene el consumidor a consumir un producto plenamente legal nos llevaría a poner al tabaco en situación de semi-ilegalidad. Una situación parecida a la de la marihuana.  Un producto que puede únicamente consumirse en el área privada y cuyo consumo público está sancionado. La “pequeña” diferencia es que vender marihuana es un delito y que, hasta el momento, de su trafico no se beneficia el Estado para nada. No la graba ni un solo impuesto.

Ninguna de las normas, proyectos y notas de prensa del Ministerio recoge la idea de dar un tratamiento diferenciado (más favorable) a los productos sin combustión, vapeadores o tabaco calentado, a fin de favorecer que el consumidor de tabaco cambie su consumo. El Ministerio por el contrario, defiende que todos son formas de fumar, que todo es malo. Aquí no hay discusión, todo es malo. Pero algunos productos lo son mucho menos y parece demostrado que la reducción del tabaquismo (y de las enfermedades que se le atribuyen y de los costes sanitarios que generan) pasa por un cambio en los hábitos de consumo como el que vienen persiguiendo las compañías desde hace años. Así lo demuestran todas las estadísticas de los países más exitosos (básicamente países nórdicos). Las posiciones maximalistas y de equiparación generarán efectos contrarios a los perseguidos; un aumento en el numero de fumadores (de tabaco tradicional)

Xavier Tamareu

abogado

x.tamareu@abogadosestancos.legal